La cultura de seguros que tenemos los colombianos
La cultura de seguros que tenemos los colombianos
La prevención de los hechos podría llevar a un ahorro de recursos a través de las pólizas de seguros a miles de ciudadanos que buscan salvaguardar su patrimonio o la estabilidad económica de la familia.
De acuerdo con la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, sectores de la economía cada vez más exigen obligatoriamente una protección o un seguro para el desarrollo de una actividad. Entre estas se destacan la contratación estatal donde se requiere del Seguro de Cumplimiento y de Responsabilidad Civil.
También está el caso de crédito para la financiación de un bien (vivienda o un automóvil) que tiene como requisito un seguro de vida deudor. Sin embargo, aún el principal reto sigue siendo el conocimiento de los ciudadanos sobre la importancia de asegurar los bienes para no lamentarse si ocurre alguna adversidad.
Eduardo Sarmiento, director de investigaciones económicas de la Escuela Colombiana Julio Garavito también pone sobre la mesa que “muchas veces no es que no se requieran prevenir los imprevistos. Si bien hay una mayor aceptación de los seguros, no ha sido suficiente porque no hay la adecuada cultura económica y la gente no tiene los ingresos para cubrir los riesgos”.
Vivian Jones, country manager de SAS para Colombia y Ecuador, explica los retos para el sector asegurador no solo en cobertura sino en prevención de fraude.
¿Qué tanto se aplica en el mercado colombiano la frase que es mejor prevenir que lamentar?
Las empresas aseguradoras entienden el reto de educación financiera y en el que aún es muy escasa lleva a que las personas no dimensionen el beneficio de un seguro ante la calamidad o imprevisto que pueden pasar. Y esto lleva a que la educación financiera se vuelva en una oportunidad para las compañías. De hecho, ellas ya han empezado a implementar productos que faciliten la cobertura y las necesidades. Un ejemplo es que los tiempos de aseguramiento son menores lo que reduce los precios de las pólizas y eso lleva a que se generen los microseguros.
El fraude es otra de las preocupaciones de las aseguradoras, ¿qué tan afectadas resultan por estas operaciones?
En el primer trimestre del año, según las reclamaciones que reportaron las compañías, sumaron $10 billones en todo el sector, de los cuales 7% ($700.000 millones) fueron reclamaciones fraudulentas. Y qué vemos con estos resultados, que las compañías no están preparadas para enfrentar el fraude. La razón es que el monitoreo no se hace en toros los reclamos debido a que algunos montos son muy bajos. Esto ya es detectado por los fraudulentos y por esto se ve el aumento de estas operaciones en segmentos como pólizas de salud, hogar, que no registraban tantos fraudes.
¿Cuál sería una solución y qué inversión se requería para reducir los fraudes?
Una mejor implementación de plataformas analísticas que permitan revisar todas las reclamaciones y no seleccionar algunas. Esto llevaría a que los fraudes se puedan reducir incluso a cero. Bajo ese panorama, una compañía podría tener un retorno de la inversión en seis meses.
Los sectores que más siniestros reportan
Según cifras de Fasecolda, los ramos que más siniestros pagan son los de automóviles con $749 mil millones, seguido por el seguro previsional, de invalidez y sobrevivencia, que acumuló a mayo del 2016 siniestros por $576 mil millones. Los reportes de las compañías arrojan que los seguros de vida tuvieron $549 mil millones en siniestros. En tanto, los Riesgos Laborales registraron $523 mil millones en pagos desembolsados por las aseguradoras.